Empresarios europeos de aeropuertos demuestran inquietud por la ecología

Cubierta ajardinada extensiva en un aeropuerto

Vista parcial de la cubierta del aeropuerto de Ibiza con una plantación de tipo extensivo.

Flores amarillas de un plantación con Sedum

Plantación de tipo extensivo.

Cubierta ajardinada semi-extensiva en un edificio

Aspecto de una cubierta semi-extensiva en uno de los edificios del aeropuerto de Ibiza pocas semanas después de su plantación.

Dos personas en una cubierta ajardinada

Joan Roca Pedrosa, de PPB (Paisajismo y Obra Civil del Consell Balear (Mallorca)) a la izquierda, y Artur Pereira, de Jardinatura, S.L. (Terrassa, Barcelona) a la derecha.

Flores amarillas de Sedum en una cubierta

Aeropuerto de Zúrich (Suiza)

Cubierta ajardinada inclinada

Aeropuerto de Munich, Alemania

Es cierto que las pistas de aterrizaje, así como todos sus accesos y los edificios de los aeropuertos, no solamente en España, sino en todo el mundo, arrebatan espacios a la Naturaleza y con ello hábitat a plantas y animales.

Quienes se lamentan por ello, e incluso protestan de una forma u otra, tienen – desde el punto de vista ecológico – toda la razón. No obstante, no se pueden cerrar las puertas, por mucho que nos preocupe la ecología, al progreso y a la evolución. La movilidad supone – junto a la comunicación a nivel mundial – uno de los factores más decisivos en favor del progreso socio-económico de la vida actual. Y el tráfico aéreo tiene un papel fundamental en este desarrollo.

No obstante, nuestro progreso y bienestar no justifican los ataques indiscriminados a la Naturaleza, puesto que si peligra ella peligra también nuestra propia supervivencia. Por ello, prácticamente todos los Ministerios de Medio Ambiente, pero especialmente los europeos, exigen compensar adecuadamente con espacios verdes el terreno natural que se pierde con las edificaciones. Difícilmente se puede compensar la totalidad de los espacios naturales perdidos en beneficio de las pistas de aterrizaje de los aeropuertos, pero sí se pueden adoptar medidas, en forma de árboles y vegetación natural, que contribuyan a mejorar el medio ambiente.

Las cubiertas verdes extensivas y semi-extensivas, compuestas por plantas autóctonas tapizantes y de poca altura, son especialmente idóneas para cubiertas planas grandes como las de los edificios de los aeropuertos, en las que no es recomendable el uso de plantas de crecimiento alto por cuestiones de seguridad. Desde el punto de vista medioambiental, las cubiertas ecológicas ofrecen un espacio ideal para el desarrollo de una vegetación capaz de subsistir en condiciones difíciles y con muy poco mantenimiento. Además, ofrecen un hábitat para plantas e insectos en peligro de extinción, y no tienen ninguna repercusión en el tráfico aéreo.

Por otro lado, las cubiertas verdes aportan otras ventajas tanto a la cubierta como al edificio en general. Su capa vegetal, compuesta por mantas protectoras y retenedoras de agua, placas drenantes y de abastecimiento de agua, y vegetación de plantas tapizantes, protege la impermeabilización de la cubierta y retrasa su degradación, al tiempo que disminuye la transmisión sonora y regula la temperatura, tanto en invierno como en verano.

Las especiales condiciones de las zonas aeroportuarias suponen un auténtico desafío técnico por diversos aspectos, entre los que cabe señalar las ráfagas de viento, tanto naturales como producidas por el tráfico aéreo, que pueden actuar sobre las grandes superficies de las cubiertas; las limitaciones de carga admitida por la construcción; o las pendientes de los entrepaños de la estructura metálica.

Todos estos condicionantes requieren un conocimiento profundo de la materia y una sólida experiencia en el campo de las cubiertas, tanto por lo que respecta a la construcción, el aislamiento y la impermeabilización de la cubierta, como en lo referente a las limitaciones de carga admitidas por estas cubiertas, aspecto esencial para que el ajardinamiento cumpla correctamente su cometido. El experto en cubiertas verdes debe saber elegir el tipo de tierra vegetal más adecuado y conocer su composición para que ésta sea equilibrada entre la parte mineral y la parte orgánica, sabiendo que las plantas propias de las cubiertas extensivas precisan de un sustrato más rico en minerales, aunque sin descuidar su parte orgánica. También debe elegir correctamente los espesores de tierra para respetar los límites de carga exigidos por la cubierta y, al mismo tiempo, debe conseguir que el sustrato tenga el espesor mínimo y suficiente para garantizar que las plantas crezcan y cubran la totalidad de la superficie de la cubierta; esto último es esencial para salvaguardar la vida de la cubierta, pues si ésta está completamente tapizada de plantas el riesgo de que pueda ser dañada por las ráfagas de viento es prácticamente nulo.

En los dos edificios del aeropuerto de Ibiza, los ingenieros agrónomos Joan Roca Pedrosa, de PPB (Paisajismo y Obra Civil del Consell Balear (Mallorca)), y Artur Pereira, de Jardinatura, S.L. (Terrassa, Barcelona) solucionaron, como puede apreciarse en las imágenes, los problemas técnicos que se les presentaron para dotar los edificios de cubiertas ajardinadas de tipo extensivo (cubiertas ecológicas) de acuerdo con las normas que prescribe la FLL alemana (German Landscape Research, Development and Construction Society).

Solicite más información a:

ZinCo Cubiertas Ecológicas, S.L.

Correo electrónico: contacto@zinco-iberica.es